Esta es una de las preguntas más comunes entre los conductores: si has comprado un coche que promete consumir 5 litros cada 100 kilómetros, pero en tu día a día ves 6,5 o incluso más, no eres el único. Esta discrepancia entre el consumo oficial y el consumo real es habitual, y tiene explicaciones técnicas y prácticas que merece la pena conocer.
Te explicamos cómo se calcula el consumo oficial, por qué tu coche gasta más en la realidad y, lo más importante, cómo reducir ese consumo al mínimo posible.
¿Qué es el consumo oficial y cómo se calcula?
Los fabricantes de coches están obligados por ley a ofrecer datos de consumo homologados. Estos datos se obtienen mediante un protocolo estandarizado llamado WLTP (Worldwide Harmonized Light Vehicles Test Procedure), que desde 2019 sustituye al anterior y menos realista NEDC.
El problema es que el consumo WLTP se calcula en unas condiciones de laboratorio óptimas:
-
Temperatura constante
-
Conductor profesional
-
Carretera plana y sin viento
-
Sin tráfico, cuestas ni peso extra
Es decir, situaciones ideales que no reflejan la conducción real. Por eso, los datos que ves en la ficha técnica de tu coche son orientativos, pero casi nunca coinciden con lo que experimentas en carretera.
¿Cuánto más consume un coche en realidad?
El consumo real del coche suele ser entre un 10% y un 25% superior al consumo oficial.
En entornos urbanos, donde hay muchos arranques y paradas, esa diferencia puede superar el 30%.
Por ejemplo, si el consumo oficial dice 5,0 l/100 km, el consumo real en ciudad puede llegar a los 6,5 o 7,0 l/100 km
Esto no significa que tu coche tenga un problema. Simplemente, estás conduciendo en un entorno muy distinto al de los ensayos de laboratorio.
¿Qué factores elevan el consumo real de combustible?
A continuación, te explicamos las principales causas del consumo elevado, incluso en coches nuevos o que se han hecho los mantenimientos y revisiones adecuadas.
1. Estilo de conducción
Conducir con acelerones, frenadas bruscas o mantener el coche en revoluciones altas incrementa el consumo notablemente. Una conducción suave y anticipativa es clave para ahorrar.
2. Tráfico urbano
Conducir en ciudad implica muchas paradas, cambios de marcha y tiempos en ralentí. Todo esto aumenta el gasto de combustible, especialmente en motores de gasolina.
3. Uso del aire acondicionado o calefacción
Activar el climatizador puede elevar el consumo entre un 5% y un 10%, dependiendo del modelo de coche y las condiciones externas.
4. Presión inadecuada de los neumáticos
Una presión baja genera mayor resistencia a la rodadura, y, por tanto, el motor necesita más energía para mover el coche.
5. Carga excesiva
Cuanto más peso lleves en el coche (maletas, personas, objetos innecesarios), mayor será el esfuerzo del motor y mayor el consumo.
6. Mantenimiento deficiente
Filtros sucios, aceite viejo o bujías en mal estado afectan al rendimiento del motor. Un coche mal cuidado siempre consume más.
Cómo saber el consumo real de tu coche
Aunque tu coche tenga ordenador de a bordo, el método más fiable para calcular el consumo real es el tradicional:
-
Llena el depósito hasta el tope.
-
Pon a cero el cuentakilómetros parcial.
-
Conduce varios días con normalidad.
-
Reposta de nuevo hasta llenarlo completamente.
-
Divide los litros repostados entre los kilómetros recorridos y multiplica por 100.
Fórmula:
(litros / km) × 100 = consumo real en l/100 km
Ejemplo:
40 litros / 600 km × 100 = 6,67 l/100 km
Trucos eficaces para reducir el consumo de combustible
Si te preguntas cómo reducir el consumo de tu coche, aquí tienes consejos prácticos que realmente funcionan:
-
Evita acelerones y frenadas innecesarias.
-
Cambia de marcha pronto: cuanto antes vayas en una marcha larga, mejor.
-
Apaga el motor si vas a estar parado más de un minuto.
-
Revisa la presión de los neumáticos al menos una vez al mes.
-
Quita peso innecesario del maletero y del interior.
-
Mantén el coche en buen estado, siguiendo las revisiones recomendadas.
-
Planifica tus rutas para evitar atascos o recorridos innecesarios.
Además, si tienes un coche automático o híbrido, usa los modos de conducción “Eco” o similares para priorizar la eficiencia.
¿Mienten los fabricantes sobre el consumo?
No se puede decir que mientan, ya que cumplen con una normativa homologada. Sin embargo, el valor que ofrecen es optimista y poco representativo de la conducción real de la mayoría de las personas.
La clave está en entender cómo se obtiene ese dato y no tomarlo como una promesa, sino como una referencia para comparar modelos.
El consumo real siempre será superior al oficial debido a múltiples factores: el entorno, el tráfico, tu forma de conducir y el estado del vehículo.
La buena noticia es que sí puedes reducir ese consumo aplicando una conducción eficiente, revisando el mantenimiento, aligerando el peso y prestando atención a detalles clave como la presión de los neumáticos o el uso del climatizador.
Además, no olvides que conducir con responsabilidad va más allá del ahorro de combustible. Adoptar buenos hábitos al volante también reduce el riesgo de averías y accidentes. Por eso, contar con un seguro de coche adecuado es muy importante: te protege frente a imprevistos y te da tranquilidad en el día a día, tanto si conduces por ciudad como en carretera.
Recuerda: el mejor aliado para gastar menos no es solo el coche…
¡eres tú como conductor, con buenos hábitos y una protección adecuada!
Para más información:
Cuánto consume un coche, buscar por marca y modelo
Las razones por las que el consumo real de un coche no es el que se anuncia