Las mascotas no solo acompañan nuestro día a día, también han compartido la vida —y en algunos casos, el legado— de grandes personajes de la historia. Desde perros fieles hasta tortugas longevas, pasando por gatos con carácter y loros que escuchaban teorías, estos animales han sido mucho más que simples compañeros. Conoceremos un poco mejor esas mascotas de personajes célebres que dejaron huella, y, además, reflexionamos sobre el vínculo universal entre humanos y animales.
Jofi, la perra terapeuta de Sigmund Freud
El padre del psicoanálisis no estaba solo en sus consultas. En los años 30, Freud incorporó a Jofi, una perra de raza chow-chow, a sus sesiones. Descubrió que la presencia del animal tenía un efecto calmante sobre los pacientes. Jofi se tumbaba cerca de las personas más tranquilas y mantenía distancia con quienes estaban tensos, ayudando así a Freud a interpretar su estado emocional.
Además, la perra se levantaba exactamente al final de cada sesión, convirtiéndose en una especie de “reloj peludo”. Jofi fue un ejemplo temprano de lo que hoy se conoce como terapia asistida con animales.
Hemingway y sus gatos de seis dedos
El escritor, célebre por su amor a la aventura, tenía debilidad por los gatos, en especial por los polidáctilos, aquellos que poseen más de cinco dedos. Su casa en Key West (Florida), hoy convertida en museo, está habitada por decenas de descendientes de su primera gata, Snowball.
Hemingway creía que los gatos eran compañeros nobles, silenciosos e independientes. Les daba nombres de famosos y los cuidaba con afecto. Su hogar felino sigue siendo una de las curiosidades sobre mascotas más visitadas en Estados Unidos.
Frida Kahlo y sus monos araña
La vida de Frida Kahlo estuvo marcada por el dolor físico y la intensidad emocional. En ese contexto, sus mascotas ocuparon un lugar muy especial. Tenía perros xoloitzcuintles, aves, un venado llamado Granizo y varios monos araña que aparecen en muchos de sus autorretratos.
Los monos eran para Frida como hijos, símbolo de ternura, compañía y protección. Eran parte de su universo íntimo, profundamente ligado al arte, al cuerpo y al sufrimiento.
Harriet, la tortuga que conoció a Darwin
Durante su famoso viaje a bordo del Beagle, Charles Darwin visitó las islas Galápagos, donde estudió especies que influirían en su teoría de la evolución. Entre ellas, una tortuga gigante llamada Harriet, que se cree fue recogida por su expedición.
Harriet vivió durante décadas en Australia y murió en 2006, con 176 años. Se convirtió en una de las mascotas más longevas registradas y en símbolo de la observación científica del mundo natural. Una verdadera leyenda entre las mascotas históricas.
Churchill y el gato Nelson
El estadista inglés fue un gran símbolo de resistencia durante la Segunda Guerra Mundial, encontraba calma y compañía en su gato negro llamado Nelson. El felino solía sentarse en su regazo incluso durante reuniones del gabinete de guerra.
Churchill, también amante de los bulldogs, afirmaba que “los perros nos admiran, pero los gatos nos juzgan”. Nelson se convirtió en una presencia constante en Downing Street, y en un silencioso testigo de decisiones trascendentales.
Einstein y su loro malhumorado
Albert Einstein, además de revolucionar la física, era un gran amante de los animales. Tenía un loro llamado Bibo, que al parecer estaba deprimido. Einstein intentaba animarlo contándole chistes malos y hablándole con ternura.
Además, Einstein era vegetariano y defensor de los derechos de los animales. Para él, el respeto por otras especies era parte de una evolución ética necesaria para la humanidad. Bibo vivió más de 30 años, siendo parte del entorno de uno de los cerebros más brillantes de la historia.
Leonardo da Vinci y su amor por los animales
Aunque no se le conoce una mascota específica, Leonardo da Vinci mostró una enorme sensibilidad hacia los animales. Se dice que compraba pájaros enjaulados solo para liberarlos, y que evitaba comer carne por convicción ética.
En sus cuadernos dejó dibujos y observaciones sobre el comportamiento animal, con la misma atención que dedicaba a sus estudios humanos. Leonardo entendía a los animales como seres dignos de estudio, belleza y libertad.
Genios, mascotas y un vínculo universal
¿Qué tenían en común estos grandes personajes? Todos encontraron en sus mascotas compañía, consuelo, equilibrio y, en muchos casos, inspiración. Sus animales no fueron un simple fondo doméstico, sino protagonistas discretos en sus vidas. Algunos aparecieron en cuadros, otros en libros, y algunos simplemente en su día a día.
Detrás de muchas ideas brillantes, hubo un perro tranquilo, un gato sabio o una tortuga silenciosa.
Cuidar hoy lo que ellos cuidaron ayer
Así como estas figuras históricas cuidaron con esmero a sus animales, hoy nosotros también debemos proteger a nuestras mascotas con responsabilidad. Alimentarlos bien, llevarlos al veterinario, observar sus emociones… Y contratar el seguro de mascotas obligatorio porque, más allá de la legalidad, contar con un seguro adecuado garantiza su bienestar y nuestra tranquilidad ante accidentes, daños a terceros o gastos veterinarios imprevistos. Porque las mascotas, ayer y hoy, no son un lujo: son parte de la familia.
Para más información:
10 personajes históricos y sus mascotas
5 animales de personajes históricos
Gatos que se ganaron un lugar en la historia