Los dueños de mascotas suelen centrarse en darles cariño y en que estén cómodas en casa, pero muchas veces no son conscientes de los peligros ocultos que puede haber en su propio hogar. Objetos, alimentos o productos de limpieza que usamos cada día pueden ser peligrosos —incluso mortales— para perros y gatos. Te contamos cuales pueden ser tóxicos para tu mascota, cómo detectarlos a tiempo y qué hacer si ocurre una intoxicación.
No todos los alimentos son nutritivos
1. Chocolate
El chocolate contiene teobromina, una sustancia que los perros y gatos no pueden metabolizar bien. Cuanto más oscuro es el chocolate, mayor es su toxicidad. Puede causar vómitos, diarrea, temblores e incluso convulsiones. Una pequeña dosis basta para causar problemas en animales pequeños.
2. Uvas y pasas
Aunque no se sabe exactamente qué componente las hace tóxicas, las uvas y las pasas pueden provocar insuficiencia renal aguda en perros. Algunos animales son más sensibles que otros, pero es mejor no arriesgarse: mantén estos alimentos fuera de su alcance.
3. Cebolla y ajo
Estos ingredientes, comunes en nuestra cocina, pueden dañar los glóbulos rojos de perros y gatos, causando anemia. Ya sea crudo, cocido o en polvo, cualquier forma de ajo o cebolla es potencialmente peligrosa si se consume en cantidades suficientes.
4. Xilitol (endulzante artificial)
Presente en chicles, caramelos, dentífricos y productos “sin azúcar”, el xilitol es extremadamente tóxico para los perros. Puede provocar una bajada brusca de azúcar en sangre (hipoglucemia), convulsiones y daño hepático. En gatos no se ha demostrado el mismo efecto, pero también es recomendable evitarlo.
5. Cafeína y alcohol
Un sorbo de cerveza o una cucharada de café pueden parecer inofensivos, pero para tu mascota son peligrosos. La cafeína puede provocar hiperactividad, taquicardia y temblores, mientras que el alcohol puede causar depresión del sistema nervioso central, vómitos y dificultad para respirar.
Plantas bonitas, pero venenosas
Muchas personas decoran su hogar con plantas sin saber que algunas de ellas pueden ser mortales para las mascotas. Estas son algunas de las más peligrosas:
6. Lirios
Extremadamente tóxicos para gatos. Incluso una pequeña cantidad de polen o agua del jarrón puede provocar fallo renal en pocas horas.
7. Flor de Pascua, ciclamen y potos
Estas plantas tan comunes en interiores pueden causar vómitos, salivación excesiva e irritación bucal si son masticadas. No suelen ser letales, pero sí muy molestas para el animal.
Consejo: Si quieres plantas seguras, opta por helechos, cintas o bambú de la suerte, que no suponen un riesgo para tus mascotas.
Productos de limpieza y químicos
Tu despensa de limpieza puede parecer inofensiva, pero muchos productos de limpieza de uso diario son tóxicos para las mascotas, sobre todo si caminan sobre ellos o los lamen tras su uso.
8. Lejía, amoníaco, detergentes
Estos productos irritan la piel y las mucosas. Si un perro o gato pisa el suelo recién fregado y luego se lame las patas, puede sufrir intoxicación o quemaduras internas.
9. Anticongelante (etilenglicol)
Tiene un sabor dulce que atrae a perros y gatos, pero una pequeña cantidad puede ser letal. Es una de las causas más comunes de envenenamiento accidental en mascotas.
10. Veneno para ratas o insecticidas
Nunca los dejes a su alcance. Algunos raticidas tienen efectos anticoagulantes que pueden causar hemorragias internas graves si se ingieren, incluso en pequeñas dosis.
Objetos del día a día que también son peligrosos
11. Juguetes pequeños o con piezas sueltas
Los perros, sobre todo cachorros, tienden a masticar todo. Pueden tragarse piezas de plástico, pilas o textiles que luego causan bloqueos intestinales que requieren cirugía de urgencia.
12. Cuerdas, hilos y ovillos de lana
Especialmente en gatos, que adoran jugar con estos objetos. Si los tragan, pueden provocar una obstrucción intestinal muy peligrosa llamada “síndrome del cuerpo lineal”.
¿Qué hacer si tu mascota se intoxica?
Los síntomas de una intoxicación pueden variar, pero algunas señales de alarma son:
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Vómitos y diarrea
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Babeo excesivo
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Temblores o convulsiones
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Letargo o dificultad para moverse
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Respiración agitada
Ante cualquier sospecha, no intentes provocar el vómito sin indicación veterinaria, ya que podrías empeorar la situación. Llama de inmediato a tu veterinario o al centro de toxicología animal más cercano. Tener ese número a mano puede salvar una vida.
Amar a una mascota también implica aprender cómo protegerla
Muchos de los productos que usamos o consumimos a diario pueden parecer inofensivos, pero su organismo no está preparado para procesarlos. Presta atención a lo que dejas a su alcance y revisa tu casa con ojos de animal curioso: te sorprenderá lo que puedes encontrar. Y recuerda, más vale prevenir que curar.
Ante cualquier intoxicación o accidente, actuar con rapidez es clave, pero también lo es estar preparado. Contar con un seguro de mascotas puede marcar la diferencia en estas situaciones, ya que cubre visitas de urgencia, tratamientos veterinarios y otros imprevistos que pueden surgir en casa. Al igual que protegemos a nuestra familia, cuidar a nuestras mascotas también implica prever lo inesperado.
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