¿Qué va a pasar con todos los coches de combustibles fósiles que hay en el parque automovilístico español? Todavía pueden circular, pero cada vez se les va reduciendo más su movilidad.
En 2023, las ZBE serán obligatorias en ciudades de más de 50.000 habitantes. En total unos 140.000 municipios españoles e, incluso, se hace extensivo a aquellos de más de 20.000 habitantes que tengan problemas con la calidad del aire.
El parque automovilístico español está muy envejecido. Según ANFAC la edad media de los turismos en el año 2020 era de 13,1 años (la media europea es de 10,8 años); el 64% de los turismos tienen más de 10 años; y los que tienen etiquetas CERO y Eco son el 2,2% del total.
Como resulta totalmente imposible deshacerse de todos estos turismos y muy difícil que sus propietarios los cambien por otros más nuevos y menos contaminantes en un periodo de tiempo corto, se debe encontrar una solución para adaptarlos a las exigencias de la normativa europea e internacional: el retrofit.
¿Qué es el retrofit?
En ingeniería, retrofit es modernizar, actualizar… Cambiar componentes por otros más modernos o actuales, pero sin cambiar funcionalidades. Aplicado a los coches es coger un vehículo usado, de gasolina o diésel, y convertirlo en eléctrico.
Hoy por hoy, es una actividad que está en los inicios, pero muchos conductores manitas ya lo han hecho ellos mismos. Por lo tanto, no es nada complicado.
La industria del automóvil ya se ha dado cuenta del enorme futuro que tiene el retrofit
Una de las primeras empresas que se ha metido de lleno es el grupo automovilístico Stellantis, pero se ha orientado solo al sector de las furgonetas y vehículos de reparto. Este segmento es el más oportuno porque, para realizar su trabajo de descarga, tienen que entrar en las ZBE, y con un motor de combustión interna dentro de muy poco ya no podrán.
Esta empresa ha desarrollado un sistema para que los vehículos diésel y de gasolina puedan transformarse en vehículos eléctricos, manteniendo los niveles de calidad, seguridad y fiabilidad. En principio se amoldarán a las marcas Citroën, Fiat, Opel y Peugeot, pero no sería de extrañar que se extendiese luego a todo tipo de marcas. Los primeros prototipos estarán listos en 2023 y su comercialización se realizará en 2024.
Volviendo a los turismos, cualquier vehículo es susceptible de electrificarse con el retrofit. Lo óptimo es que se realice en coches pequeños y ligeros con el fin de reducir el consumo eléctrico y maximizar la autonomía. Paradójicamente, cuantos más años tenga, menores son los problemas, porque los coches antiguos tienen muy poca electrónica, pero, mucho más compleja de manipular.
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Fuentes consultadas:
El fascinante arte de convertir un coche de gasolina o diésel en eléctrico
Stellantis convertirá vehículos comerciales ligeros de combustión a eléctricos
El parque automovilístico español es de los más envejecidos de Europa
