Tras las fiestas navideñas, nos encontramos con mucho material a reciclar, origen de las propias fiestas (árbol, belén, adornos, regalos y juguetes) y los procedentes de las reuniones con familiares y amigos (principalmente envases). Por esto, tras acabadas las fiestas, un hogar debe recuperar cuanto antes su aspecto normal.
1. Recoger y reciclar adornos y luces de Navidad
El primer paso consiste en recoger los adornos de Navidad.
Mucha gente empieza a recoger todo este material al día siguiente a Reyes. Si no, por lo menos, a lo largo de esa semana conviene que estén recogidos.
Las luces y los adornos se colocarán en cajas con el fin de guardarlos en buenas condiciones para las siguientes navidades. Las luces deben estar bien enrolladas en círculos y sujetas con cinta aislante para que no se hagan un ovillo difícil de desenmarañar. Aquellas luces o elementos inservibles se deben llevar al punto limpio.
El árbol de Navidad si es artificial se guarda también en una caja. Si es natural, sin raíces, se debe llevar a un punto limpio y envuelto en un plástico para que no suelte las acículas u hojas del pino por la casa, la calle o el coche. Si tiene cepellón se puede plantar en el jardín de la casa -si se tiene- o llevarlo al punto limpio, que lo transformará en compost.
2. Organizar los nuevos juguetes de los niños y donar los que ya no utilizan
Una vez recogidos los adornos navideños, el segundo paso es centrarnos en los juguetes de los niños. Si hay nuevos juguetes, que es lo normal, deberían de salir los antiguos. Lo que inútil para unos es un tesoro para otros. Este proceso de debe realizar, dentro de lo posible, de acuerdo con los niños para que vayan tomando conciencia de que no pueden almacenar cosas por el simple hecho de tenerlas. Esto, además, supone educarlos en la solidaridad y el desapego y que no acaben en el trastero -donde seguramente nunca más se volverán a utilizar- o en la basura -todo un desperdicio para un juguete pensado en dar ilusión a un niño-. Una buena opción es donarlos a una ONG, a algún rastrillo solidario, etc. En tu ayuntamiento, marcando el 010, te podrán orientar en este sentido.
3. Reutilizar los restos de papel de regalo y cajas de cartón
El papel de regalo o las cajas de cartón se multiplican en estas fechas. Siempre que se pueda se reutilizarán para darles otro cometido, para envolver otros regalos o guardarlos para otra ocasión. Pero muchas veces sobran y tienen que salir de la casa.
Hay que distinguir a la hora de reciclar, entre el papel de regalo y el papel normal.
El papel de regalo no se puede reciclar por la tinta de la superficie, por lo que debe desecharse en la basura normal y no dejarlo en el contenedor del papel.
Los cartones deben dejarse en su contenedor, el azul. Previamente se doblarán lo máximo que se pueda para que no ocupen demasiado espacio, ya que esto permite que más personas puedan depositar estos materiales en los contenedores evitando dejarlos en el suelo. En el caso de que el contenedor esté lleno, deben dejarse doblados y bien colocados a un lado.
4. Reciclar el aceite usado en la cocina
En la cocina, el aceite sobrante de la preparación de comidas nunca debe ser eliminado por el fregadero ni por el inodoro. Se debe poner en tarros o botellitas de vidrio -podemos reutilizar las típicas botellas de agua mineral- e irlas rellenándolas con el aceite usado para una vez llenas llevarlas a un punto limpio, aunque hay ayuntamientos que tienen colocado en las calles unos recipientes específicos para depositar el aceite usado.
Además, ordenar y reciclar es fundamental para mantener un hogar seguro, especialmente tras las fiestas navideñas.
Fuentes consultadas:
