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06/09/2019 (actualizado: 11/12/2020)

El seguro escolar obligatorio

Ha llegado septiembre, y eso quiere decir que ya queda poco para que se cumpla la esperada “vuelta al cole”. Pensar en separarte de tus hijos tras las vacaciones te rompe el corazón (o no) pero debe quedarte el consuelo de que en ningún sitio va a estar más protegido que en una escuela. De hecho, es posible que no te puedas ni imaginar la cantidad de coberturas de seguro que puede o suele haber dentro y fuera de un edificio escolar. Quizás no lo sabías, pero todos estos seguros protegen a tu hijo en sus horas lectivas:

 

En España existe, para empezar, un seguro escolar obligatorio, que abarca a los estudiantes desde 3º de la ESO hasta los 28 años. Se paga con la matrícula y cubre fundamentalmente la asistencia en caso de accidente (¿te pagan por darte un castañazo? Te pagan). La existencia del seguro escolar, que forma parte de la Seguridad Social y se gestiona por la misma ya está demostrando un importante desarrollo de la previsión en el ámbito educativo y es algo de lo que podemos estar orgullosos como sociedad; pero es sólo la punta del iceberg.
En realidad, los gerentes y directores de centros educativos no lo suelen fiar todo al seguro escolar, entre otras cosas porque no cubre nada relacionado con la propia escuela. Un colegio no deja de ser un edificio dentro del cual hay cosas valiosas, y como tal debe protegerse. Es por ello que es usual que la escuela contrate una póliza multirriesgo que le cubra todos o casi todos los daños o robos que puede sufrir el edificio en sí mismo: goteras, rotura de cristales, robo de enseres o dinero, daños eléctricos o estéticos, daños sufridos por los equipos informáticos (la mala noticia es que suelen cubrir la rehabilitación de datos: si se borran lass notas, las recuperamos), o los libros que haya adquirido el propio colegio para la distribución entre los alumnos.
Los colegios contratan un seguro multirriesgo que cubre los daños (desde rotura de cristales a daños eléctricos) o los robos que ocurran en las instalaciones del centro
Cabe decir que la mayoría de los productos del mercado cubren el robo o deterioro de bienes no sólo propiedad de la escuela, sino también de la AMPA, de los empleados del colegio o incluso de los propios alumnos en algunos casos.
El bullying, también está cubierto por el seguro
Junto con los daños, la segunda familia de coberturas, que nunca puede faltar, es la responsabilidad civil, esto es, la indemnización económica del daño causado. Las coberturas de estos contratos suelen intentar que cualquier daño causado en el recinto de la escuela o bajo la responsabilidad de su personal (en viajes escolares, por ejemplo) esté incluido en la cobertura; lo cual, por cierto, también suele incluir el bullying. Por supuesto, en el ámbito escolar se pueden, y se suelen, contratar seguros de salud o de accidentes, sobre todo si el estudiante va a desplazarse al extranjero. Y también existen seguros llamados de continuidad de estudios, que, en caso de fallecimiento del cabeza de familia, pagan los estudios del hijo o hijos hasta que finalicen el bachiller o la universidad.
Por si todo esto fuera poco, cabe recordar que, si tu hijo viaja con transporte escolar, éste no deja de ser un vehículo convenientemente asegurado.
Ya ves: la industria del seguro te garantiza casi cualquier cosa fastidiosa que le pueda ocurrir a tus hijos durante sus jornadas escolares. Salvo el suspenso, claro. Para eso, lo sentimos, pero el único seguro que existe está en ponerles a hincar codos.

 

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