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19/05/2023 (actualizado: 19/05/2023)

Mares de plástico

 

Según un estudio de varias universidades norteamericanas, desde que se comenzó a producir plástico a principios de la década de los 50, los seres humanos hemos generado 8.300 millones de toneladas de este material. Esto supone un peso equivalente al de 80 millones de ballenas azules, 1.000 millones de elefantes o 25.000 Empire State Building. Unas magnitudes que ponen de manifiesto la tremenda cantidad de plástico generada.

 

La vida útil del plástico es muy breve

Y, en cambio, el proceso de degradación del plástico, por ejemplo, una bolsa del supermercado es muy largo: 400 años.

La mitad del plástico se convierte en residuos en cinco años, como mucho. Y casi el 80% acaba en los vertederos, en el mejor de los casos. El 20% restante acaba en el medioambiente, su destino: los mares y los océanos. Una vez allí se va degradando por el efecto del agua, del sol, del viento y de los microrganismos, y se convierte en pequeñísimas partículas de menos de 0,5 cm de largo, denominadas micro plásticos.

 

Los animales marinos se comen los microplásticos

Al ser partículas tan pequeñas, los peces las confunden con alimento. En 2016, un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) notificaba que se habían encontrado partículas de microplásticos hasta en 800 especies de animales marinos, no solo peces, sino también crustáceos y mariscos, especies que después las incorporamos a nuestra alimentación.

En este otro estudio se habla de nuestra ingesta de plástico a la semana, que es el equivalente a una tarjeta de crédito. No viene solamente por comer pescado, sino por beber agua y otros alimentos ya que las partículas están también en el medio ambiente, en el aire, e incluso, en el agua de la lluvia.

 

Otras causas de la generación de microplásticos y algunas soluciones

En un reciente estudio se afirma que un tercio de los microplásticos en los océanos procede de lavar la ropa. No hay que olvidar que el nailon y el poliéster son derivados del petróleo.

Una solución muy práctica a esto sería capturar los microplásticos en su fuente de origen.

Ya existen varios tipos de filtros que se pueden conectar a las salidas de agua de las lavadoras para que los microplásticos no sigan el camino hacia el mar.

Lo adecuado sería que las lavadoras incorporasen estos filtros de serie para evitar la compra e instalación del filtro a posteriori. Dada la concienciación del tema de las micropartículas, no dudamos de que muy pronto las principales marcas de lavadoras lo incorporarán en sus procesos de fabricación.

Hasta ahora solo lo ha hecho una determinada marca, con un filtro que captura hasta el 90% de las fibras microplásticas en cada lavado.

Algunas soluciones para reducir la generación de partículas en los lavados sería, lavar menos o más eficientemente, es decir cargar la lavadora de ropa al máximo en cada lavado, pues a menor fricción menor liberación de estas microfibras e incluso lavar a baja temperatura, dado que a menor temperatura se reduce también la generación de fibras.

 

 


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