La higiene es el principal motivo para ducharnos, al empezar el día o al finalizarlo, pero también es un buen momento para la relajación. Más del 70% de los españoles nos duchamos a diario, lo que sitúa a nuestro país a la cabeza de los países occidentales.
La situación que vivimos desde hace tiempo con la escasez de lluvias y que según los pronósticos parece que no va a cambiar sino todo lo contrario, puede empeorar, nos tiene que concienciar a todos sobre este grave problema y nos haga reflexionar para adquirir hábitos de ahorro de agua y energía en el hogar.
Consumos de agua según el tipo de ducha
Existen varios tipos de ducha: la normal consume 20 litros por minuto, la de hidromasaje 13 litros por minuto, con una ducha monomando se reduce a 8 litros por minuto y si es eléctrica tan solo 5 litros por minuto.
Si multiplicamos el tiempo que tardamos en ducharnos por el consumo de nuestra ducha veremos que utilizamos más agua de la necesaria.
¿Cómo podemos ahorrar energía y agua según la Organización Mundial de la Salud?
La OMS dice que la ducha correcta se debe realizar con agua tibia, jabón neutro y no debe durar más de 5 minutos y, según esta definición, solo el 9% de los españoles nos duchamos correctamente.
¿Y por qué no lo hacemos bien el 91% restante? Básicamente por el tiempo que pasamos en la ducha.
Recomendaciones para ahorrar agua en el hogar
Así pues, la primera de las recomendaciones para ahorrar agua en el hogar es ducharse menos tiempo. Muchos perdemos la noción del tiempo en la ducha y desconocemos cuánto tiempo hemos estado bajo el agua. La mejor manera de saberlo es poner un reloj a la vista mientras nos duchamos y ser conscientes del tiempo que empleamos.
La segunda recomendación es no desperdiciar agua. Cuando abrimos el grifo y esperamos a que salga caliente son muchos litros los que se van por el desagüe. Sabemos que es un engorro, pero si consiguiéramos recoger este agua con un cubo o palangana, la podríamos reutilizar para limpieza en el hogar y riego de plantas.
Cuando nos enjabonamos nos solemos apartar del chorro de agua. Esta es la tercera recomendación: para enjabonarnos, es importante cerrar un rato el grifo.
En cuanto al ahorro de energía, la recomendación es disminuir la temperatura del agua. Como dice la OMS, es conveniente ducharse con agua tibia.
La siguiente recomendación se enfoca en los aspectos tecnológicos de la ducha, que también juegan a favor del ahorro del agua y de energía. Los reductores de caudal añaden aire al chorro de agua y no se aprecia ninguna diferencia, pero el consumo de agua disminuye.
El regulador de temperatura controla automáticamente los grados del agua que deja pasar. De esta manera, la temperatura es constante y el ahorro energético, sobre todo, se hace notar.
También se recomienda revisar el estado de las alcachofas de las duchas porque pueden perder mucha agua, aunque sea por un mínimo goteo.
Un buen truco, además de las recomendaciones anteriores para no sobrepasar el tiempo adecuado en la ducha, es tener en el baño el típico temporizador de cocina que utilizamos para no olvidarnos cuando estamos cocinando algo en el fuego, dado su enorme facilidad de uso y programación.
Se estima que el ahorro se eleva a 300/400 euros al año por ducharse el tiempo correcto y no desperdiciar agua.
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