Hay 4 preguntas que debes hacerte para escoger un buen seguro de coche para ti: ¿Qué? ¿Cómo? ¿Quién? y ¿Para qué?

¿Qué… tipo de vehículo queremos asegurar?

Para elegir un buen seguro de coche para ti deberás tener en cuenta dos aspectos clave de tu vehículo: los años de antigüedad y el modelo.

Si acabas de invertir una gran cantidad de dinero en un coche nuevo querrás un seguro de coche para protegerlo al máximo. Además, cuando el coche es nuevo las reparaciones suelen ser más costosas por lo que escoger un Seguro de Coche a Todo Riesgo nos puede ayudar tanto a mantener nuestro vehículo nuevo en buenas condiciones siempre como a ahorrar. Por otro lado, con los Seguros a Todo Riesgo las aseguradoras te suelen garantizar una indemnización al valor total del coche en caso de siniestro total, lo que sin duda te compensará.

Sin embargo, si tu coche es muy antiguo, puede que no necesites un seguro de coche con una protección tan alta ya que las reparaciones de tu vehículo son más baratas y la indemnización que te ofrecerá la compañía en caso de siniestro total será acorde a su valor actual.

Además, debes saber que los seguros de coche no tienen un precio fijo sino que su importe varía en función de diversas variables. Una de ellas es el vehículo que se quiere proteger por lo que el modelo, número de puertas, cilindrada y otros aspectos influirán en el precio que te ofrezca cada compañía para tu seguro de coche.

¿Cómo… es nuestra forma de conducir?

Lo queramos o no, no todos los conductores somos iguales. Existen buenos y malos conductores, conductores que tienen una mayor tendencia a provocar siniestros y conductores cuyo historial se mantiene intacto a lo largo de los años. Cuanto peores conductores seamos, más coberturas necesitaremos en nuestro seguro de coche ya que nos saldrá más barato pagar un Seguro a Todo Riesgo que asumir el coste de las reparaciones que necesite nuestro vehículo.

Pero también hay que tener en cuenta que nuestro índice de siniestralidad influirá en el precio de nuestro seguro, ya que las aseguradoras premiamos a los buenos conductores con primas más bajas (puesto que el riesgo que provocan es menor).

¿Quién… va a conducir ese vehículo?

Si compartes tu vehículo habitualmente con tu pareja o con tus hijos, todos los conductores deberán incluirse en la póliza del seguro de coche. Por ello no debes pensar solo en tu manera de conducir o en las coberturas que necesitarías tú como conductor, sino en las de todos los conductores.

Debes tener en cuenta que si el segundo conductor tiene un perfil parecido al tuyo, la prima de tu seguro no tiene por qué subir aunque, si se trata de un conductor novel o con un mayor riesgo de siniestralidad, puede que esto influya en el precio.

¿Para qué… vamos a usar nuestro vehículo?

El uso que le des o le vayas a dar a tu vehículo te ayudará a decir qué tipo de coberturas necesitas que incluya tu Seguro de coche.

No necesitarás las mismas coberturas si utilizas tu vehículo solo de vez en cuando que si lo usas habitualmente. Por ejemplo, contar con la cobertura de asistencia en viaje, que te garantiza que una grúa irá a recoger tu coche en caso de avería, será una de las coberturas básicas que deberá tener tu seguro de coche si conduces diariamente mientras que no te hará tanta falta si coges el coche solo puntualmente.

O, por ejemplo, si cuentas con garaje para estacionar tu vehículo cada noche no estarás tan expuesto a robos o a otros riesgos que si aparcas habitualmente en la calle.

Analiza todos tus usos y necesidades antes de escoger un seguro de coche que no te ofrezca la asistencia que necesitas o que incluya muchas coberturas que nunca vas a utilizar.

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