Nos paramos de oir que con los coches autónomos, podremos leer la prensa, tomar el indispensable café mañanero, o estar conectado a la oficina mientras conducimos. Pero ¿cuánto falta para que se haga realidad?
Por las carreteras de muchos países ya circulan en pruebas cientos de prototipos de coches autónomos. Incluso en las españolas: Volvo ya probó en nuestras vías su “tren de carretera”, en el que un vehículo con conductor profesional era seguido por una serie de vehículos conectados cuyos conductores no tocaban el volante.
El Grupo PSA también hizo pruebas en España. Concretamente un Citroën C5 Picasso realizó el trayecto Vigo – Madrid, unos 600 km, en modo totalmente autónomo, gestionando la velocidad, los cambios de carril o los adelantamientos. La tecnología utilizada había sido desarrollada en colaboración con el Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG).
Como siempre, recomendamos leer la revista que edita en internet la DGT porque siempre está repleta de artículos, recomendaciones y novedades muy interesantes. El artículo sobre los coches autónomos lo puedes leer aquí.
Un Citroën C5 Picasso realizó el trayecto Vigo – Madrid, unos 600 km, en modo totalmente autónomo
Uno de los pasos más importantes en el desarrollo de los coches autónomos es la legislación. ¿Quién será el responsable en caso de accidente: el conductor o el coche?
En unas declaraciones a "El Confidencial", Juan José Arriola habla de un marco legal que regulará el coche autónomo en nuestro país y que será "lo suficiente flexible y definitorio" para que ofrezca una seguridad jurídica, pero que se pueda adaptar a los cambios de una industria "que evoluciona a pasos agigantados". Según Arriola, la DGT debe ser lo suficientemente ágil como para "tener cintura y poder cambiar" esas regulaciones en un futuro cercano.
Añade también que la DGT "Trabaja en paralelo para modificar la ley de seguro obligatorio y la de seguridad vial, aunque su aprobación se retrasará, probablemente a 2018 o 2019" por diversos motivos.
Fuente: El Faro de Vigo
La Dirección General de Tráfico, en boca de su director, señala que el coche autónomo es una realidad ya presente, pero todavía tiene “certidumbres por solucionar” como las cuestiones morales: cómo decidir entre atropellar a una persona o chocar contra un muro.
En unas declaraciones, el presidente de FESVIAL (Fundación para la Seguridad Vial), Luis Montoro, apuntó que se van a necesitar respuestas que vayan más allá de la tecnología: “No podemos desligar las tecnologías del entorno en el que aparecen. El coche tiene que ser inteligente, propositivo y creativo porque hay muchas situaciones en las que los algoritmos no pueden programar y para ello debe ser anticipativo”. Por ello, apostó por trabajar en lo legal, en lo personal y en lo social antes de que se llegue al máximo nivel del coche autónomo.
La DGT trabaja en paralelo para modificar la ley de seguro obligatorio y la de seguridad vial
Hasta ahora hemos hablado de pruebas, prototipos e idas sobre el coche autónomo. Pero ¿qué se considera autónomo?
La escala SAE es la que determina el nivel de automatización de un coche. En diciembre de 2014 la Asociación Mundial de Fabricantes de Automóviles (SAE) publicó una tabla, que se está utilizando mayoritariamente en el mundo, con el objetivo de crear un estándar con relación al grado de automatización de un sistema, basado en una escala con varios niveles de automatización y responsabilidades.
El coche autónomo se produce cuando las compañías automovilísticas introducen una o varias funciones que automatizan la conducción en sus coches.
Todos hemos visto un coche que aparca solo –o bien tenemos algún amigo cuyo coche tiene esta función, o lo hemos visto en spots publicitarios-. Ese es un ejemplo de automatización de alguna de las funciones.
La escala SAE es la que determina el nivel de automatización de un coche
El nivel máximo en esta escala es cuando el conductor no tenga que hacer absolutamente nada a la hora de manejar el coche. Algo que todavía está por llegar y que muchos lo consideran bastante lejano. Algunas personas metidas en este campo le dan un plazo de 40 o 50 años.
Pero vayamos a la escala de autonomía.
Fuente: km77.com
NIVEL 0. El coche no está nada automatizado, no tiene ningún mecanismo que le permita tomar alguna decisión por su cuenta. Son los coches de siempre, los que tenemos la mayoría de los mortales.
NIVEL 1. Los sistemas autónomos son muy primarios como, por ejemplo, la velocidad de crucero que permite mantener la velocidad constante sin nosotros tener que controlarlo.
NIVEL 2. Aunque el coche tiene diversos sistemas de automatismo, el conductor siempre debe estar muy atento porque el coche puede no hacer caso a esos sistemas de automatismo y el conductor debe tomar el control. El Drive Pilot es una muestra de coche nivel 2. El Mercedes clase E lo incorpora y evita que el coche se salga de la calzada.
NIVEL 3. Se pone en marcha el automatismo –y siempre cuando lo ordene el conductor- en determinados tramos como las autopistas. Es el caso del Autopilot de Tesla.
NIVEL 4. El automatismo del coche permite que circule sin que el conductor tome el control, pero solo en tramos donde el coche tenga suficiente información para que pueda tomar decisiones.
NIVEL 5. Es a lo que se pretende llegar en un futuro. El conductor no tiene que hacer ni controlar nada ya que el coche tiene los máximos niveles de automatismo.
Prototipo de coche autónomo de Ford - Fuente: diariomotor.com
Hemos visto este artículo de diariomotor para Ford, que se complementa con tres videos, en referencia sobre su coche autónomo de nivel 4 y que prevén que esté operativo en 2021. Ford define el nivel 4 como “el sistema automatizado que puede controlar el vehículo en todos los entornos, menos en unos pocos, tales como unas condiciones de tiempo severas. El conductor debe habilitar el sistema automatizado solo cuando sea seguro hacerlo, Cuando está activado, la atención del conductor no es necesaria”.
Uno de los puntos importantes para conseguir un mayor grado de autonomía está en la visión artificial
El artículo también comenta que uno de los puntos importantes para conseguir un mayor grado de autonomía está en la visión artificial y, dentro de este apartado, el llamado ojo artificial. Una tecnología que intenta descifrar el código neuronal que los ojos emplean para enviar información visual al cerebro. Aparte de su empleo en medicina para restaurar parcialmente la vista a personas con poca capacidad visual, aumentaría la calidad de la visión en un coche autónomo, mejorando la navegación, el reconocimiento de objetos y el reconocimiento facial entre otras cosas.
Fábrica de Tesla
Podemos estar de acuerdo con muchas, algunas o ninguna cosa en referencia al coche autónomo, pero de lo que no cabe ninguna duda es que se abre un futuro apasionante tanto en el mundo del motor como en la sociedad.