Las intensas lluvias y los fenómenos meteorológicos extremos se han incrementado en los últimos años en España. Esto supone una seria amenaza para muchos hogares ubicados no solo en zonas con alto riesgo de inundación sino, también, en aquellos lugares donde las casas estaban proyectadas para recoger un determinado caudal de lluvias, pero no para absorber las lluvias torrenciales que están haciendo acto de presencia con cada vez mayor frecuencia en toda la geografía española.

Cuando los daños son producidos por estas lluvias excepcionales, están protegidos por el Consorcio de Compensación de Seguros, pero para poder acogerse a esta protección es necesario, primero, tener contratado un Seguro de Hogar. La recomendación es que este seguro de hogar tenga unas coberturas específicas ante los daños por agua por fenómenos atmosféricos e inundaciones, tanto por lluvias como filtraciones. Un buen ejemplo es nuestro Seguro de Hogar Confort Premium, que contempla numerosas coberturas que lo protegen ante este tipo de adversidades.

En términos absolutos, Valencia, Barcelona y Gerona concentran la mayor extensión de zonas urbanas vulnerables a sufrir inundaciones. El aumento de estos problemas de lluvias torrenciales es tal que la directiva sobre la evaluación y gestión de riesgos de inundación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto demográfico ha puesto en marcha el Sistema Nacional de Cartografía de Zonas Inundables (SNCZI), un instrumento de apoyo a la gestión del espacio fluvial y la prevención de riesgos.

No todas las zonas inundables se concentran en el litoral. Las Danas, las ciclogénesis explosivas o tormentas extremas afectan a todo el territorio español, y no solo causan daños materiales, sino también humanos. En septiembre de 2023, la Dana dejó tres muertos y cinco desaparecidos, y Madrid y Castilla la Mancha fueron las regiones más damnificadas.

Muchos se quejan cuando sus casas han sufrido una inundación, sin darse cuenta que fue construida en una vaguada, en un barranco o en el cauce seco de un río. Antes, esto no pasaba, todos los pueblos se construían en lo alto y, sobre todo, en una zona donde una posible gran crecida del río no le afectaría.

Con el tiempo esto se fue pasando por alto, también con ayuda de la sequía y cualquier terreno fue propicio para levantar edificios y urbanizaciones. En estos lugares se puede acumular mucha agua durante las lluvias torrenciales con los consiguientes destrozos. Por lo tanto, una recomendación para elegir una casa es mirar bien el terreno donde está construida, o se va a construir.

Ahora bien, todas las viviendas en uso deben acondicionarse a las nuevas circunstancias meteorológicas, que ahora son más duras e intensas.

Lo más conveniente es tomar medidas preventivas.

Una de las recomendaciones es evitar las filtraciones por una impermeabilización deficiente ya que es una de las principales causas de daños. Revisar el tejado y las juntas de dilatación entre tejas resulta vital para evitar situaciones desastrosas.

Después del tejado, hay que asegurarse de que las bajantes y desagües funcionen correctamente y no estén obstruidos. Para ello se necesita limpiar regularmente rejillas, sumideros y arquetas.

En cuanto a las ventanas y marcos de las puertas es muy conveniente tener a mano tiras de goma para evitar la entrada de agua y corrientes de aire para evitar los daños en los temporales fuertes.

 Por último, en el sótano, donde se encuentra el garaje y/o los trasteros se deben revisar las tuberías porque si tienen alguna pequeña rotura, una gran cantidad de agua puede reventar las canalizaciones e inutilizar todos los bienes que se encuentren allí. Asimismo se deben limpiar los desagües, arquetas y los sistemas de drenaje.

Si, a pesar de todo, la casa sufre una inundación se debe cortar la corriente eléctrica y no usar aparatos enchufados. El ascensor está prohibido en estos casos. La documentación, objetos de valor y sustancias contaminantes deberán ponerse a buen recaudo. Retira el agua con bombas de achique, fregonas y bayetas, y facilita su salida abriendo puertas y ventanas. No uses agua a presión, salvo para limpieza posterior. Deja secar bien antes de reparar estructuras.

Ante una inundación en tu vivienda, contacta con tu aseguradora lo antes que puedas. Avisa a la aseguradora con la que tengas tus Seguros de Hogar y sigue sus indicaciones.

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