Mutua MMT Seguros, desde 1932 protegiendo familias

    02/06/2025 (actualizado: 02/06/2025)

    La solidaridad en los moteros: historias que no salen en las rutas

    Más allá del rugido de los motores, los trajes de cuero y las concentraciones multitudinarias, existe un lado menos conocido del mundo motero. Uno que no busca likes ni titulares, pero que se manifiesta en los momentos más inesperados: la solidaridad sobre dos ruedas.

    Y es que, aunque a veces se asocie el mundo de las motos a la velocidad o a ciertos clichés cinematográficos, hay una verdad que todo motero de corazón conoce: en la carretera, nadie va solo.

    El compañero invisible

    No hace falta pertenecer a un club para sentirlo. Basta con rodar por carretera y notar cómo otro motorista, al cruzarse contigo, baja la mano izquierda en señal de saludo. Un gesto discreto, casi automático, pero cargado de significado. Es la manera de decir: "Te veo. Sé que estás ahí. Si necesitas algo, pararé."

    Quien haya tenido un percance en mitad de una ruta sabe que el primero en frenar suele ser otro motero. No importa si te conoce. A veces basta ver una moto parada en el arcén para que alguien se detenga y pregunte: “¿Todo bien? ¿Te echo una mano?”

    Una amiga, Carmen, nos contó que una caída en una rotonda mojada no pasaron ni tres segundos y ya tenía a dos moteros ayudándole a ponerse en pie y dándole ánimos hasta que se recuperó del susto. Ese tipo de cosas no salen en los vídeos virales. Pero pasan cada día.

    Rutas solidarias sobre dos ruedas

    La solidaridad entre moteros también se organiza. A lo largo del año, en distintas ciudades de España, miles de moteros solidarios se convierten en emisarios del buen corazón, dejando atrás cualquier cliché para convertirse en Papás Noel, mensajeros de ilusión o portadores de esperanza.

    Una de las iniciativas solidarias moteras más entrañables es la Papanoelada motera de Móstoles. Algo parecido sucede en Vigo, donde la tradicional caravana navideña en moto dona alimentos al Banco de Alimentos local mientras reparte caramelos a su paso.

    Y no son solo celebraciones puntuales. En León, la Asociación Moteros Solidarios organiza cada año rutas moteras solidarias con regalos para niños hospitalizados. Todo con una logística modesta, pero con un corazón enorme: tiempo, gasolina y muchas ganas.

    También existen rutas a beneficio de causas específicas: investigación médica (incluso a nivel internacional), apoyo a víctimas de violencia, rescate de animales... Y todo gestionado de forma voluntaria. Estas rutas moteras solidarias muestran algunos de los gestos solidarios más auténticos en el mundo de las motos.

    Y aunque muchos no lo sepan, los moteros que ayudan en carretera no esperan nada a cambio. Simplemente lo hacen porque saben lo que significa quedarse tirado, asustado o simplemente solo en medio de una ruta. Así es como funciona el espíritu de los moteros solidarios.

    Aprender a rodar... y a cuidar

    Hay otra forma de solidaridad que se da de forma más silenciosa: el acompañamiento.

    Muchos moteros veteranos recuerdan cómo alguien, alguna vez, los acompañó en sus primeras salidas, o les enseñó cómo tumbar en curva con seguridad, cómo trazar una rotonda, o simplemente cómo relajarse.

    Juan, de Zaragoza, nos lo resumió así: “La primera vez que salí a carretera con mi moto, un compañero me dijo: ‘Tú no te preocupes. Si te asustas, haces ráfagas. Si te cansas, paramos. Aquí no se deja a nadie atrás.’ Esa frase se me quedó grabada.”

    El espíritu de tribu, de familia, se respira en muchos grupos. Cuando uno cae, los demás se detienen. Cuando uno no puede seguir, se reorganiza la ruta. Cuando alguien necesita hablar, siempre hay una gasolinera donde hacer una parada larga con café. Cuando uno necesita apoyo, ahí estamos todos.

    Un mundo con otro ritmo

    En una sociedad que a menudo va a mil por hora, en la que cada uno parece mirar solo su móvil o su ombligo, el mundo motero guarda algo de ritual, de respeto y de humanidad. Hay normas no escritas, valores que se transmiten sin discursos: la lealtad, el cuidado, la camaradería.

    Quizá sea porque al montar en moto uno se siente más vulnerable. Sin carrocería, sin filtros. O quizá porque al compartir el aire, las rutas y las sensaciones, se crea una conexión más sencilla, más auténtica. Sea cual sea la razón, lo cierto es que las motos también unen. Y lo hacen no solo por el placer de la conducción, sino por una red invisible de gestos que, día a día, construyen un mundo un poco mejor.

    Gestos solidarios y… rodar con tranquilidad

    Y aunque en la carretera nunca faltan los gestos solidarios, también es importante rodar con la tranquilidad de estar bien cubierto. Porque por muy acompañados que estemos en espíritu, hay imprevistos que solo un buen seguro de moto puede resolver. Al fin y al cabo, cuidar de uno mismo también es una forma de cuidar a los demás.

     

    Para más información:

    Cuando la solidaridad va en moto y se viste de cuero

    Moteras y moteros solidarios

    KM SOLIDARITY la ONG motera más grande de España

    Nueva llamada a la acción